miércoles, 4 de junio de 2014


Eramos como dos ausentes viajeros
en busca de un nuevo camino

A lo lejos tú... yo... las horas,
el viento que murmuraba pasiones,
las olas que nos entrelazaban.

Como dos solitarios viajeros
lentamente nos fuimos encontrando
entre la distancia que no es nada.
Bellas palabras dulces y sonoras
que nacieron del ocaso y el alba.

Somos errantes ya con un rumbo
destinados a ser una sola alma.
Somos el complemento perfecto,
sublimes cuerpos incandescentes
formados de piel, aliento y casa.

Seremos como la leyenda viva
del gran amor de Píramo y Tisbe;
o quizás, el de Romeo y Julieta,
donde un nuevo Dante Alighieri
elija escribir nuestros nombres
.


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